El oro de su anillo y la salud
pública
Viendo y escuchando a la
distancia el levantamiento comunitario en Cajamarca, me nació la curiosidad de
leer acerca del modo en que funcionan las minas de oro y su impacto sobre la
salud pública en el área geográfica en que operan. La verdad es que he aprendido
muchas cosas, y este post tiene como objetivo compartir algunos de esos
conceptos con ustedes.
Quiero aclarar que cuando digo
que “veo y escucho a la distancia” es porque yo vivo en Washington DC, y para
fines prácticos, estoy convencido de que aquellos que viven en Lima o en
cualquier otro lugar del Perú que no sea cercano a las minas de Yanacocha,
también están “viendo y escuchando” de esas manifestaciones a la distancia.
En la época de los Incas, el oro
se encontraba en lugares en que los que el preciado mineral estaba en enormes
filones superficiales, prácticamente a la vista de los que lo buscaban, o se
encontraba en forma de enormes pepitas a orillas de los ríos.
Don Raúl Porras Barrenechea
escribe en su ensayo “Oro y Leyenda del Perú”: “el cronista oficial Pedro
Sancho habla, en 1534, de las minas de Huayna Cápac en el Collao, que entran
cuarenta brazas en la tierra, las que estaban custodiadas por guardas del
Inca”.
En otro pasaje relata que
“América precolombina desconoció el hierro, pero tuvo el oro... En toda América
hubo, en la época lítica y premetalúrgica, oro nativo o puro que no necesitaba
fundirse ni beneficiarse con azogue, en polvo o en pepitas o granos que se
recogían en los lavaderos de los ríos o en las acequias; pero se desconoció,
por lo general, el arte de beneficiar las minas. "La mayor cantidad que se
saca de oro en toda la América –dice el Padre Cobo– es de lavaderos".
Pero esa maravilla natural se
acabó hace mucho tiempo, los colonizadores españoles arrasaron con todas esas
minas “a flor de piel” y explotaron además decenas de minas de oro,
contaminando comunidades enteras con el mercurio (azogue) que se usaba sin
ningún control.
En la actualidad, el oro se
encuentra como un polvillo invisible, escondido y mezclado con muchos otros
minerales en la tierra.
Para extraer ese polvillo
invisible de oro en cantidades suficientes para que usted se pueda comprar un
anillo o una cadenita de oro, se necesita excavar, remover y procesar toneladas
y toneladas de tierra y minerales y usar miles y miles de galones de agua del
subsuelo.
Se calcula que para obtener el
oro necesario para hacer un aro de matrimonio, se tienen que procesar 2,8
toneladas (2.800 kilos) de tierra y minerales…
El problema que tienen los
mineros es entonces cómo hacer para obtener y procesar toda esa tierra y
minerales en la que se encuentra el oro.
Existen dos métodos:
1. Hacer enormes y profundos
túneles debajo de la tierra (socavones) y sacar la tierra en trencitos (o como
se hacía antes, a lomo humano con esclavos o indígenas)
2. Colocar poderosos explosivos
en la profundidad y provocar gigantescas explosiones para ablandar y exponer la
tierra y los minerales y luego fabricar un sistema de carreteras que lleve esa
tierra desde el fondo de esos enormes huecos a la superficie, a las plantas
procesadoras.
El primer método es muy caro,
peligroso y casi no se usa. El segundo es el preferido en la minería moderna.
Una vez extraída de la
profundidad, esa tierra es químicamente procesada para extraer el oro que
contiene, y es aquí en donde empieza el problema con la salud pública… no hay
mejor sustancia química para extraer el oro de esa tierra que el cianuro, uno
de los venenos más potentes que existen en la naturaleza.
Sin llegar a los detalles
técnicos, el proceso de obtención del oro implica mezclar esas toneladas de
tierra que se obtuvieron de las explosiones con agua y cianuro (¿se imaginan
las enormes cantidades de barro venenoso que se producen?). En este proceso, el
cianuro se pega al polvillo de oro, por lo que luego hay que separarlos usando
otros materiales químicos.
Gracias a esos otros químicos, el
oro puro es separado del cianuro y es luego purificado en otros pasos. El
producto final son esos famosos lingotes de oro puro que a veces vemos en la
televisión.
El problema es que este tipo de
procedimiento de extracción del oro es muy pero muy poco eficiente. Hay
necesidad de procesar toneladas y toneladas de tierra para poder sacar un poco
de oro.
Dependiendo de la fuente, y me he
dado cuenta que en este asunto de la minería del oro las opiniones son muy
encontradas y las pasiones muy fuertes, no se a quién creerle en el cálculo de
cuánta tierra hay que procesar para obtener un gramo de oro.
Este sitio (de la industria
química del cianuro) dice que hay que procesar una tonelada de tierra para
obtener 10 gramos de oro.
Este otro sitio nos dice que para
hacer un anillo de matrimonio se necesita procesar 2,8 toneladas, mientras que
este otro sitio (auspiciado por un grupo que dice que el oro es “suciamente
obtenido”) dice que en la obtención del oro que se necesita para fabricar un
anillo, se generan 20 toneladas de materiales de desperdicio.
Creo que los números van por ahí
porque todos hablan de toneladas, tanto de tierra por procesar como de
desperdicios contaminados, y esto nos lleva nuevamente al asunto de la salud
pública.
¿Qué hacen las minas con todas
esas toneladas de barro mezclado con cianuro y otros químicos? ¿Cómo la
procesan? ¿Cuánto tiempo duran en el medio ambiente esos residuos? ¿Hay peligro
de que esos químicos almacenados en grandes lagunas se filtren al subsuelo y
contaminen las fuentes de agua? ¿Pueden producirse evaporaciones de materiales
tóxicos al aire cercano?, ¿Pueden esos vapores tóxicos viajar a lugares más
lejanos? ¿Qué cambios ambientales se producen al hacer esas enormes
excavaciones y cómo se afecta la salud de humanos, plantas y animales?
Obviamente los Estudios de
Impacto Ambiental hechos por la industria de la minería ponen siempre las cosas
de color de rosa, pero la experiencia indica que en cada mina se han producido
siempre accidentes que han ocasionado severos daños al medio ambiente y que han
amenazado la salud de los pobladores de lugares aledaños. En 1998 se produjo un
derrame de aguas con cianuro en una mina de propiedad canadiense en Kirguistán
y miles de personas río abajo tuvieron que ser evacuadas. Para una lista más
amplia de accidentes por contaminación visite este sitio.
Se sabe por ejemplo que la
industria minera canadiense genera un millón de toneladas de rocas de
desperdicio y 950.000 toneladas de barro por día, lo cual produce 650 millones
de toneladas de residuos por año, calculándose que esa es la principal causa de
polución del medio ambiente por metales en la Columbia Británica.
Al respecto, se han documentado
cuatro tipos de problemas en el agua por la minería: drenaje de ácidos,
contaminación por metales pesados (plomo, cadmio, arsénico, cobalto, cobre y
zinc entre otros), polución por los químicos agregados para separar el oro y
erosión y sedimentación de partículas.
Lamentablemente no hemos
encontrado documentación específica sobre enfermedades causadas por la contaminación
del medio ambiente en los pobladores cercanos a las minas. Quizás esto sea
porque casi no existen poblados cercanos a las minas. Las minas están ubicadas
en lugares inhóspitos, muy poco poblados. Obviamente, las comunidades tienen
muchos casos anecdóticos de enfermedades entre sus pobladores, casos que
lamentablemente no han sido sistemáticamente estudiados. Interesantemente, los
principales problemas de salud se presentan entre los trabajadores de las
minas, que tienen menor expectativa de vida y altos índices de infección por el virus VIH.
El segundo gran problema con la
minería del oro: el consumo de agua.
Y así como dijimos que la
extracción del oro es muy ineficiente y que se necesitan procesar toneladas y
toneladas de tierra para obtener un poco de oro, hay otro enorme problema de
salud pública con este método de minería: la gigantesca cantidad de agua que se
necesita para mezclar las toneladas de tierra con el cianuro. Al respecto, se
ha dicho que el agua es la principal víctima de la minería, y eso porque el
agua de la mina debe obtenerse del subsuelo, y se ha documentado que esa enorme
extracción de agua puede mermar la disponibilidad del líquido elemento en zonas
aledañas.
Ciertas minas en el noreste del
estado de Nevada, por ejemplo, bombearon 580 mil millones de galones de agua
del subsuelo entre 1986 y el 2001. Esa cantidad de agua es suficiente para
alimentar a toda la ciudad de Nueva York durante un año.
Se calcula que la minería del oro
en el estado de Nevada usa más agua que toda la gente del estado y que el agua
del subsuelo ha disminuido en más de 300 metros. Una de esas minas consume 100
millones de galones de agua por día, lo cual es más agua de la que consume
diariamente la ciudad de Austin en el estado de Texas.
Este problema con el agua origina
entonces preguntas con respecto al agua de las zonas aledañas a las minas de
Yanacocha en Cajamarca. ¿Se afectarán las cabeceras de agua? ¿Se podrá
contaminar el agua de los pueblos río abajo? ¿Disminuirá el agua en los pueblos
río abajo?
En resumen, la minería del oro es
una de las actividades humanas más destructoras del medio ambiente,
especialmente sobre las fuentes de agua, pero se sigue haciendo porque genera
una enorme cantidad de riqueza, tanto para los dueños de las minas como para
las regiones geográficas que lo permiten.
La extracción del oro permite
además que los seres humanos luzcan orgullosamente sus joyas de oro (80% del
oro del mundo se usa en joyería) y que los gobiernos mantengan el valor de sus
reservas económicas (Hugo Chávez acaba de movilizar sus reservas de oro…).
Así es que la próxima vez que
mire su anillo de oro, piense que se necesitaron procesar casi 3 toneladas de
tierra y miles de galones de agua para satisfacer su vanidad.
Y si usted tiene la curiosidad de
explorar un ejemplo de la relación entre política y minería en el Perú, le
recomiendo estos videos. Son del programa Frontline, uno de los programas mas
serios de la Televisión Pública de Estados Unidos (PBS). Fueron emitidos en
octubre del año 2005.
Dr. Elmer Huerta.
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