Proyecto Cañariaco: ¿ Espejo de Conga ?
Miguel García Puémape*
En uno de los libros
de Ingeniería Ambiental que me sirven de apoyo para mis tareas como articulista
de opinión en el rubro
de la difusión científica, edición 1996, leo lo
siguiente: El concepto de DESARROLLO
SOSTENIBLE ha cambiado la filosofía de explotación destructiva de la sociedad a
una que fomente la protección del medio ambiente y sus habitantes en el largo
plazo; para los científicos y los ingenieros, esto significa un cambio respecto
a prácticas pretéritas cuando los avances tecnológicos se guiaban según
criterios de eficiencia, productividad,
rentabilidad y otros similares de corte economicista, los cuales conservan su
validez, pero ahora se han agregado a ellos inquietudes por los impactos sobre la salud y el ambiente, la conservación
de los recursos y la energía, el manejo de los residuos y de los problemas
sociales como las demandas públicas, el desempleo y la inseguridad ciudadana.
Ciertamente, el
discurso precedente con data no mayor de dos décadas a la fecha; tenía, no
obstante, su toque de romanticismo ambientalista. Porqué? Siga Ud. leyendo,
caro lector. Varios de los países industrializados identificados como “naciones
desarrolladas” y muchos países del Tercer Mundo –indulgentemente llamados
“países en desarrollo”- sucumbiendo a fuerzas poderosas, continúan considerando
aún a la economía como el motor que debe mover todo lo demás, haciendo circular
riquezas sin importarles las consecuencias. Según éste enfoque, una sociedad
debe elegir en un contexto de suyo muy difícil, entre conservar/alcanzar una
competitividad internacional respetable y disponer de un ambiente saludable,
entre la productividad de la mano de obra y los centros de trabajo y
comunidades socialmente sanas, entre la generación de energía para impulsar el
motor económico y los riesgos asociados, en fin, entre múltiples elecciones
similarmente difíciles sobre todo en los países del Tercer Mundo con altos
niveles de pobreza y sobrepoblados,
donde el crecimiento industrial junto con el empleo y el mayor Producto Interno
Bruto (PIB) resultantes, son mas importantes que la protección del medio
ambiente.
La
Sosteniblidad Ambiental de la Minería Extractiva: Perú y Chile
Una mirada objetiva
sobre las consideraciones expuestas en el párrafo anterior, nos remite al caso
de la minería extractiva en nuestro país. En efecto, a nivel mundial Perú y
Chile poseen el 40% de las reservas de cobre del planeta entero, que bien
podrían llegar a concentrar el 50% de la producción mundial de cobre para el
año 2020, enmarcada en una cartera de proyectos del sector minero en ambos
países de 110 mil millones de dólares. Este es el escenario economicista del
tema bajo consideración en éstas líneas; el escenario ambiental se explicita de
seguidas.
En general, la
minería extractiva es una actividad industrial que choca frontalmente con el concepto
de SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL, porque las minas “de tajo abierto” se desarrollan
sobre muy grandes extensiones de la corteza terrestre, excavando suelos a
grandes profundidades al costo de dañarlos para siempre al arrasar quebradas, torrenteras,
arroyos, riachuelos, manantiales, bofedales y acuíferos existentes durante
decenas de miles de años en las zonas antoandinas ubicadas a mas de 3,700 m
sobre el nivel del mar alimentados por
lluvias anuales, obligando en el caso peruano (algo que no ocurre en Chile) al desarraigo de sus tierras a sus pobladores,
un problema social mayúsculo. En el interior de éste cuadro, es más que
procedente recurrir a las inevitables comparaciones detalladas a continuación.
En el ámbito
territorial, Chile es una estrecha franja costera localizada en la vertiente
occidental de su porción de la Cordillera de los Andes; en el ámbito ambiental,
posee contados ecosistemas intercalados mayormente en regiones desérticas; nuestro
Perú con sus 3 regiones naturales territoriales posee una generosa y muy
diversificada cantidad de ecosistemas costeros, andinos y amazónicos. Conclusión:
ecológicamente Perú supera de lejos a Chile. En éste punto cabe citar que la
riqueza cuprífera de Chile como la de Perú está representada por los enormes depósitos
de los denominados pórfidos cupríferos
existentes en las alturas andinas, que son esencialmente depósitos metalíferos
de “baja ley” (ley: concentración de metal valioso, contenido en las rocas
naturales) y gran tonelaje, expresados en términos como éstos : “500 Mt con 1%
de cobre y 0.02% de molibdeno’’, o “500 Mt con 0.45% de cobre y 0.05 g/t de
oro”, donde Mt significa “millones de toneladas” y g/t significa “gramos por
tonelada” de las rocas aludidas. Con un poco de esfuerzo imaginativo, es posible
visualizar que los tajos abiertos con explosivos y grandes máquinas en las
tierras concesionadas por minado de las tierras contentivas de pórfidos
cupríferos, quedarán arrasadas con todo cuanto contengan sus montañas por
encima y en su interior.
El
Proyecto Cañariaco
Las informaciones
publicadas periódicamente en la página web de la empresa transnacional
canadiense Candente Copper Corp., dan a saber –en versión resumida por quien
esto escribe- que su Proyecto Cañariaco Norte localizado en Cañaris,
Lambayeque, la zona minera más prolífica del Norte Peruano, abarca la cantidad
de 7,500 millones de libras (3,400 millones de toneladas métricas) cuyo
yacimiento de su propiedad contiene un “recurso medido e indicado” (?) de 752.4
millones de toneladas de cobre equivalente ley 0.49% y un “recurso inferido”
(?) de 157.7 millones de toneladas ley 0.44% de cobre equivalente, cuantificados
el año 2002. Los términos entrecomillados son muestra de las ventajas
tecnológicas de que disponen la transnacionales mineras: ellas los han
inventado ésos rebuscados términos y los interpretan, obviamente, en sus
políticas de explotación minera en países como el nuestro, carente de personal
remunerado en los mismos niveles de su personal cualificado de aquellas
transnacionales, para los efectos de pagar funcionarios de supervisión,
evaluación y controles por el ministerios criollos de Energía y Minas y del
Ambiente.
A la fecha, Candente
Copper ha cumplido y evaluado exploraciones en los sectores identificados como
Cañariaco Sur y Quebrada Verde, con contenidos de cobre y oro que varían el
primero entre 5,000 y menos de 500 miligramos por litro y el segundo, entre 0.5
g/t y menos de 0.05 g/t,. encerrados en una franja de terrenos de 10 kilómetros
cuadrados próximos a Cañaris. Sus respectivas mineralizaciones fueron
detectadas en 1999 por la empresa Billington y Candente Copper considera a
Cañariaco Sur y Quebrada Verde como depósitos de potencial significativo. A
modo de información sencilla de entender por Ud., amable lector, el tajo
abierto total a futuro de 30 años del Proyecto Cañariaco con sus 10 Km2 será
muy parecido al actual Tajo Yanacocha de Cajamarca (ver imagen satelital
ilustrativa). He allí el futuro del único pedacito andino serrano de la Región
Lambayeque. Y, ojo con esto : El Rio La Leche que resultará fortalecido por los
efectos del Cambio Climático, se convertirá en una torrentera de fango cada vez
que llueva en Cañaris y alrededores, a causa de la incontrolable erosión
hídrica. Todo para que los inversionistas gringos disfruten de las utilidades
que les den las ventas del Proyecto a éstos precios mínimos: cobre puro 2.50
dólares la libra, 1,035 dólares la onza de oro de 24 kilates y 17.25 dólares la
onza de plata fina (La onza de oro se cotizó el 21/07 a 1,600 dólares). Por
cierto, en el camino quedarán después del cierre de la mina los residuos
contaminados de los procesos metalúrgicos de flotación y lixiviación mediante
el uso de químicos en soluciones acuosas de alto riesgo potencial de
contaminación, depositados para siempre como “desmonte” en excavaciones dizque
especiales. Sea Ud. el juez, amable lector : ¿Le damos luz verde al Proyecto
Cañariaco, los lambayecanos que amamos nuestro terruño?
*
Ingeniero Consultor Ambiental - Chiclayo
Dicbre. 2011
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