Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
Es evidente que la lucha contra
el mega proyecto Conga ha entrado a una fase de involución, cual útero que
entra a un estado de reposo después del parto. La propuesta de un REFERENDUM
(consulta popular) por parte del denominado COMANDO UNITARIO DE LUCHA, o mejor
dicho, la realización de dicha consulta para el mes de julio del presente año.
Para la mayoría de la población cajamarquina, tal decisión equivale, por un
lado, a jugar la ruleta rusa con la vida de los cajamarquinos, es decir, a que,
probablemente, muchos, sino la mayoría, se coloquen una pistola en la sien al
emitir su voto por el SI; o mejor a que sea la propia trasnacional quien,
durante su campaña pro-minera, le coloque una pistola en la sien o un billete
de a $.100 ha algunos dirigentes y pobladores para hacerlos cambiar de opinión
a su favor; y por otro lado, tal decisión también equivale a una imposición, al
mismo estilo de Humala, quien quiere imponer Conga, porque por mas que se diga
que es una decisión de las bases sociales, algunos dirigentes integrantes de
dicho Comando, carecen precisamente de esas bases sociales y representan a muy
pocos y, en muchos casos, a nadie.
Ahora, bien, ante esta situación
de alto riesgo, lo mejor sería que el “Comando Unitario de Lucha” deje tal
denominación, porque en realidad no compatibiliza con su práctica “dirigencial“
en tanto que según el Diccionario de la Real Academia, la palabra “comando
“,entre otros significados de orden militar, significa pequeño grupo de choque.
Y, lo que están demostrando muchos dirigentes es que son renuentes a la lucha
popular en las calles, a la lucha directa de masas y más todavía a los choques,
tal como sugiere su valeroso nombre; y, al contrario, son muy propensos a las negociaciones, a las
salidas pacíficas, al oportunismo político, a las “mecidas de diálogo”, allí
donde los diálogos no funcionan como por ejemplo en el proyecto Conga, puesto
que los intereses de las partes son
irreconciliables y opuestos. Todos sabemos que generalmente en las “mesas de
dialogo” lo único que funcionan son los “negociados” y muchos de ellos “debajo
de la mesa” y las famosas “firmas de actas” que nunca se cumplen ni existe
nadie que los haga cumplir. Es más, cuando detrás de las mesas de dialogo se
juegan miles de millones de dólares de ganancias para trasnacionales y para los
grupos de poder económico criollos, como es en el caso del mega proyecto Conga,
no existe, acuerdos, consensos, mesas de dialogo y actas que valgan.
En teoría, pero también en la
práctica, toda lucha social emprendida por los pueblos, siempre tiene que
evolucionar, esto es, ir de luchas simples a luchas mucho más complejas, de
luchas localistas a luchas generalizadas, de débiles a fortalecidas, de
desintegradas a integradas o unidas, de
inmediatistas a prolongadas, de espontaneas a planificadas y conscientes.
Claro, más aún si el móvil concreto que lo genera no es modificado o no es
atendido por el sector oficial, por el contrario se constituye en motivo de
represión, persecuciones, acusaciones,
encarcelamientos, etc. En una lucha social, el pueblo y más aún quienes se
ubican a la cabeza de él, jamás deben mostrar ni siquiera un milímetro de debilidad, menos de
contradicciones internas o celo dirigencial o de liderazgo, frente al opresor; porque bastaría ese
milímetro para que el opresor se cuelgue de ello y diseñe todas sus estrategias
de neutralización de las luchas populares, y además incremente su poder y su
espíritu represivo y más aún su negacionismo a la demanda social. Por ello es
que en un proceso de lucha o protesta social, el pueblo tiene que ir agotando
todos las estrategias y métodos de lucha, desde las más simples hasta las más
complicadas; desde las legales o “democráticas” hasta las, que desde el sector
oficial, son consideradas ilegales o inconstitucionales; aunque para los
regímenes de turno y el Estado, ninguna lucha del pueblo es reconocida como
legal, aunque se reconozca como constitucional.
En el caso concreto de Cajamarca.
En primer lugar es necesario reconocer que al inicio la lucha del pueblo ha ido
de menos a más; se puede decir que desde que se produce el primer “accidente”
ambiental, expresada en mortandad de truchas, desaparición de batracios y otras
especies de la fauna nativa y desde cuando los pobladores de la zona rural,
asentada en la periferie de los tajos abiertos mineros, notan la disminución
del caudal de agua en sus fuentes hídricas; vale decir desde hace más de 15
años. Lo que sucede es que la mayoría de la población, especialmente la urbana,
se muestra indiferente a estas luchas “aisladas” de la población rural. Sin
embargo cuando la población citadina nota que también está siendo afectada con
el recurso agua recién decide plegarse lentmente a la lucha, ésta se ve
reflejada en la contundente lucha del 2004 contra la explotación del cerro
Quilish. Posteriormente, las luchas y protestas bajan en intensidad pero
continúan por que los sucesos o eventos contra el agua y el medio ambiente
también continúa, sin que los regímenes de turno (Toledo, García, y ahora
Ollanta) hagan algo por frenar tales hechos; hasta que en el 2011 y 2012,
nuevamente se intensifican; pero esta vez ante la amenaza de ejecución del mega
Proyecto Conga, el mismo que es mucho más grande y por ello mucho más
destructivo que Yanacocha.
La lucha contra el mega proyecto
Conga llega a su máxima intensidad entre junio del 2011 y noviembre del 2012,
dejando saldos de 5 víctimas mortales, 300 heridos, 80 procesados judicialmente
y todo un pueblo polarizado entre pro-mineros, que felizmente son pocos, y los
que estamos contra la destrucción de las fuentes hídricas; además, de un pueblo
vejado por las llamadas “fuerzas del orden” y por los guachimanes de las
empresas mineras, así como por los instrumentos mediáticos al servicio del
poder. En este contexto se han realizado diversas protestas sociales, marchas,
mítines y paros, con concentraciones masivas en la histórica plaza de armas que
han ido desde 5 mil personas hasta superar las 50 mil. Por tal razón y por las
respuestas torpes del propio gobierno, la lucha contra el mega proyecto Conga
ha llegado a convertirse en símbolo de las luchas sociales en favor de los
recursos naturales y el medio ambiente y en contra del calentamiento global, el
modelo económico neoliberal y contra el modelo primario exportador. Por ello,
la lucha contra el mega proyecto Conga no es una lucha cualquiera, no es una
lucha común; tampoco es local o
regional, es una lucha nacional e internacional. Las redes sociales, los
pueblos y los ambientalistas de todo el planeta vienen considerando a Conga
como un referente del movimiento social para Cajamarca y para el mundo en pro
de la protección de los recursos naturales y contra la destrucción de las
fuentes de agua.
Por todas estas razones, quienes
se han ubicado a la cabeza del pueblo, o mejor dicho los “dirigentes” deberían
tener el máximo cuidado en el diseño de sus “planes de lucha”, en los pasos que
están dando, para obtener el resultado esperado por todo el pueblo
cajamarquino, y por todo el mundo: la inviabilidad del mega proyecto Conga y de
todos los Congas existentes en Cajamarca y el Perú. En este sentido, el
REFERENDUM o la consulta popular, ya decidido, según se dice por “las
organizaciones de base y las autoridades”, al menos para Bambamarca y Celendín,
no es más que la expresión de la involución (retroceso) de la lucha popular. Es
expresión de debilidad y de cansancio de las protestas sociales. Tal referéndum
hubiese sido propuesto o realizado antes de la protesta social en las calles,
los paros, las concentraciones masivas, y, sobre todo, antes de que existan las
víctimas mortales, los encarcelados y procesados y los heridos. En ese caso,
tal vez estuviéramos ante un proceso evolutivo de la lucha social. A estas
alturas de la lucha, tal referéndum no hace sino reforzar su debilitamiento.
Así, el denominado referéndum no es más que un tirar de dados y esperar a ver
qué número sale o como ya indicamos más arriba es “jugar a la ruleta rusa con
la vida”. Más aún, en un contexto donde la lucha es de dos contra 1; o, como se
dice, de David contra dos Goliats: el Estado y las transnacionales, quienes se
han unido contra el pueblo. A esto se agrega el hecho de que todo el país ha
sido convertido, sobre la base de su pobreza,
en un gigantesco mercado donde se vende y compra conciencias al por mayor
y al menudeo. Asimismo, en un contexto donde la transnacional ha “capturado” y
tiende a seguir “capturando” las entidades claves, como poder judicial, poder
central; donde tiene más de 20 sirvientes en el Congreso, para hacer lobby a su
favor; y aquí en Cajamarca, ha “capturado” a dirigentes de organizaciones
sociales, Juntas Vecinales, municipalidad, algunos alcaldes de Centros Poblados
Menores y a instrumentos mediáticos como TV Norte; y, probablemente, más
adelante extienda sus tentáculos al Jurado Nacional, regional y provincial de
elecciones. Por todo esto someter a referéndum el recurso agua, que atañe
directamente a la vida de la población y de todo ser vivo, es un tremendo
riesgo, por no decir una tremenda IRRESPONSABILIDAD, puesto que es como si a
alguien le preguntaran ¿OPTAS POR MORIR U OPTAS POR VIVIR?, donde el SI,
equivaldrá a elegir lo primero y el NO,
obviamente por lo segundo. A mi entender, la vida no puede someterse a
elecciones, ni a consultas, la vida se protege, no se negocia.
El argumento en cuanto a que el
referéndum servirá como un “instrumento legal” para demostrarle al gobierno que
el pueblo no quiere el proyecto conga, ciertamente es válido; pero frente a
este mecanismo de consulta más valido resulta la lucha directa de masas que el
pueblo a demostrado saliendo a las calles; y, a través de la historia ella a
demostrado ser la más efectiva, a través
de la cual los pueblos han ido conquistando sus más elementales derechos. Es
necesario recordarle a los dirigentes que cuando no se tenían los estudios
técnicos que demostraran que el mega proyecto Conga, la comidilla diaria (el
argumento) del gobierno era exigir un estudio técnico que diga que Conga es
Inviable; sin embargo, hoy existen más de 5 estudios técnicos que demuestran tal
inviabilidad y sin embargo los ha tirado, a todos ellos, por la borda, incluido
su propio peritaje hecho por los “perritos”
españoles. En Cañarís, los dirigentes previamente a las protestas
sociales realizaron un referéndum donde más del 98 % votó por el NO a la
minera, sin embargo, el gobierno argumenta que este resultado no es válido y no
es vinculante; hoy se tiene más de 30 heridos y un pueblo dividido al igual que
Cajamarca. En efecto la Ley de Consulta Previa o Referéndum sobre la actividad
minera, NO ES VINCULANTE, es decir, los gobiernos entreguistas de turno, como
el de Ollanta aprueban una Ley de Consulta Previa; pero que cuando los
resultados de ésta son adversos a los intereses de las grandes transnacionales
y de las Inversiones privadas, que para ellos “son las que promueven el
desarrollo”, se reservan el derecho de tomarlos en cuanta o no. Por ello es que
en estas condiciones y en este contexto, el referéndum, al igual que su
resultado es altamente riesgoso, incierto y dudoso. Y, sobre el optimismo de
los dirigentes del “Comando” de Lucha que sostienen que el 98 % será a favor
del NO; es saludable tal optimismo, pero éste tiene que sustentarse en la
realidad, en la objetividad de los procesos sociales y de la coyuntura política
y del modelo económico neoliberal, en los cuales estamos inmersos. Se olvidan
que hoy vivimos bajo el reinado de las transnacionales, vale decir, bajo el
reinado del DÓLAR al cual lamentablemente casi todos los seres humanos de este
planeta le rinde culto, loas y alabanzas. En este sentido, y desde mi humilde
perspectiva, creo que los verdaderos dirigentes, líderes y revolucionarios, es
decir aquellos que buscan transformaciones sociales, tienen que mostrar
optimismo, fe y esperanza únicamente en la FUERZA DEL PUEBLO y en la LUCHA
DIRECTA DE MASAS. Esta ha sido es y será el único camino de los pueblos para
arrancar o conquistar sus derechos y el camino hacia una nueva sociedad.
Cajamarca, 9 de febrero del
2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario