LA RIOJA.- Al principio fue el agua. Hace nueve años,
los vecinos del departamento riojano de Famatina escucharon que la
compañía Barrick Gold necesitaba unos 1000 metros cúbicos de agua por
día para explotar oro en la mina La Mejicana. El caudal diario para la
zona era de 750 metros cúbicos. "¿Qué vamos a hacer nosotros,
entonces?", fue la duda que atrapó a los pobladores.
Ese
resultó el disparador para que los vecinos empezaran a informarse sobre
los riesgos de la minería a cielo abierto. Y decidieron que no querían
allí esa industria. Desde entonces, lograron frenar cuatro proyectos
mineros bajo un mismo lema: "El Famatina no se toca" (ver aparte).
Con
acampes, marchas, encadenamientos, reparto de panfletos, videos,
pintadas, murales y cortes de ruta para impedirle el paso a la mina a
funcionarios del Gobierno y representantes de las empresas, lograron lo
impensado: impedir los proyectos de compañías como Barrick Gold, Osisko
Mining Corporation, Shandong Gold y, días atrás, el de la salteña
Midais.
Los
habitantes de las treinta localidades que reciben el agua de Famatina
son, en su mayoría, empleados estatales que suman algunos ingresos
extras con pequeños emprendimientos agrícolas. Viven en un paraíso
natural de cadenas montañosas que pasan del rojo al marrón, y del verde
al azul, mientras la luz va cambiando. Desde las cumbres, bajan aguas de
color amarillo por la carga de minerales. El conjunto, a la vista,
resulta una obra maestra de la naturaleza.
En la asamblea, donde
conviven distintos perfiles ideológicos, la mayoría son mujeres. Hay
docentes que hicieron una insistente tarea de concientización entre los
más chicos. Está el párroco Omar Quinteros, que desde su llegada no dudó
en sumarse a la lucha. Al igual que lo hizo el intendente saliente,
Ismael Bordagaray. Para todos ellos hubo costos: denuncias penales,
menos tiempo personal, peleas familiares, amenazas, suspensión de giro
de fondos. Sin embargo, todos siguieron adelante.
Marcela
Crabbe, asambleísta y legisladora de Parlasur electa por Fuerza Cívica
Riojana (radicales, peronistas, macristas y massistas), dio el primer
alerta mientras hacía un curso para ayudante de geólogos que dictaba
Minería provincial. "Hablan de cianuro, de explosiones", comentó en un
cumpleaños. Fue suficiente para que el único cibercafé de la ciudad se
convirtiera en un centro de reuniones.
Las mujeres comenzaron a
dedicar una hora diaria a hacer campaña casa por casa. "Hartamos con
información", recuerda Carina Díaz Moreno, otra asambleísta. Resolvieron
un corte de dos días porque pensaron que no les "iba a dar el cuerpo".
Finalmente, organizados con guardias, relevos y comidas, lo mantuvieron
dos años.
Desde entonces -con sólo algunos intervalos de
tranquilidad- la vida de buena parte de los 3500 habitantes de Famatina y
Chilecito pasa entre llamadas telefónicas, mensajes y marchas. Las
redes sociales, lógico, juegan un papel clave en la organización.
"Así
es el día a día", resume Carolina Suffich, otra de las líderes,
mientras desde su trabajo chequea si la salteña Midais está cumpliendo
su compromiso de desmantelar el campamento. Es la cuarta empresa que
abandona en el intento. "Alguna vez soñamos con el desarrollo de la mano
de la producción minera -admite Bordagaray-. Hasta que conocimos sus
riesgos. Nuestra vida es el agua."
El cura Quinteros dice que
"conciencia y coincidencia" fueron los motores que les permitieron
sostener la resistencia durante los años. En febrero, él le dio al papa
Francisco la camiseta con la inscripción "Famatina no se toca". Cuenta
que la actitud del Papa legitimó su posición frente a este conflicto.
"Actuaba al borde de la ilegalidad. El anterior obispo envió veedores a
controlar si lo que yo hacía era correcto para un pastor", sostiene
Quinteros.
A su manera
"Los recursos son de la gente, que
debe decidir. No sólo es debatir el método de explotación; es más que
eso. El punto crucial es que siempre habrá una alteración del ambiente,
tenemos que ser conscientes de eso", dice el asambleísta Paulo
D'Alessandro.
Hace dos años, América se jubiló como directora de
escuela. Desde entonces, todos los jueves hace guardia en el corte "de
la dignidad", ese que mantuvieron los asambleístas contra Osisko. "No
veía las horas de poder dedicarle más tiempo", dice.
Roberto
trabaja en Angulos, donde está la última carpa de la asamblea. Cuando
termina su jornada, pasa para dejar allí leña y para hacer guardia dos
días a la semana. Siempre hay mates y tortilla. El dinero sale del
bolsillo de los mismos asambleístas.
En La Rioja minería y
política andan de la mano. El actual gobernador Luis Beder Herrera
impulsó la destitución de Ángel Maza, ex secretario de Minería de Carlos
Menem, por el acuerdo que había con la Barrick. "Vamos a sacar una ley
prohibiendo la explotación a cielo abierto en la provincia", había
prometido Beder Herrera en campaña. Lo hizo, pero luego la derogó y
rehabilitó esa modalidad de producción. Oriundo del departamento de
Famatina, hoy es mal recibido en esos pagos. Hasta los alumnos de una
escuela donde él había afirmado que la sierra no se cedía ahora son
asambleístas.
En la Cámara Argentina de Empresarios Mineros
aseguraron, días atrás, que "el cierre o suspensión de cualquier
proyecto en producción es para preocuparse". La entidad también planteó
que la minería sólo puede llevarse adelante en aquellos lugares donde
tiene licencia social. Y que, donde no la tiene, se tiene que trabajar
de manera activa para conseguirla. Para ello, sostuvo que propician e
integran mesas de diálogo sectoriales, como el Foro Social Argentino de
Minería, que cuenta con la participación de distintos actores sociales
del ámbito académico, científico, gremial, ambiental y empresarial
coordinados por la Comisión Nacional de Justicia y Paz.
A los
asambleístas de Famatina los llaman de Catamarca y de Jáchal para que
cuenten su experiencia. Que expliquen si hay una "receta" para lograr
decidir sobre los recursos. En esta zona, a 230 kilómetros de la capital
riojana, hay un trípode complejo de recrear: Iglesia, poder político y
vecinos. Hay peleas, debates, enojos temporales, pero en la emergencia
todos vuelven a trabajar juntos.
"Tenemos esperanza de cuatro años
de paz", afirma Quinteros. Confía en que el gobernador electo, Sergio
Casas, actual vicegobernador que días atrás anunció que se desmantelará
el emprendimiento de Midais, mantenga la palabra que le dio al obispo
Colombo: esa que dice que sin acuerdo social y diálogo no habrá
explotación minera.
Cuáles fueron las compañías rechazadas
Barrick Gold
La minera canadiense inició sus tareas en La Rioja en 2005, con una inversión programada de 10 millones de dólares. Al poco tiempo, la Legislatura sancionó una ley que prohibía la actividad minera a cielo abierto donde se utilizara cianuro; el impulsor fue el entonces vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo, Luis Beder Herrera. Los asambleístas mantuvieron un corte casi dos años. En mayo de 2007 la empresa comunicó que se retiraba.
La minera canadiense inició sus tareas en La Rioja en 2005, con una inversión programada de 10 millones de dólares. Al poco tiempo, la Legislatura sancionó una ley que prohibía la actividad minera a cielo abierto donde se utilizara cianuro; el impulsor fue el entonces vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo, Luis Beder Herrera. Los asambleístas mantuvieron un corte casi dos años. En mayo de 2007 la empresa comunicó que se retiraba.
Shandong Gold
La firma china intentó de-sembarcar en 2010 y una vez más los asambleístas frenaron el proyecto.
La firma china intentó de-sembarcar en 2010 y una vez más los asambleístas frenaron el proyecto.
Osisko Mining
La empresa canadiense suscribió un convenio con el Gobierno para la exploración de la mina de Famatina en busca de oro, en agosto de 2011; lo realizaría en sociedad con Energía y Minerales Sociedad del Estado (EMSE). Prometían 2000 empleos en la primera etapa. El 2 de enero de 2012, la comunidad cortó el acceso a la zona y 15.000 personas marcharon frente a la Casa de Gobierno. El entendimiento fue prorrogado y en julio de 2013 el contrato se rescindió al no lograr consenso social.
La empresa canadiense suscribió un convenio con el Gobierno para la exploración de la mina de Famatina en busca de oro, en agosto de 2011; lo realizaría en sociedad con Energía y Minerales Sociedad del Estado (EMSE). Prometían 2000 empleos en la primera etapa. El 2 de enero de 2012, la comunidad cortó el acceso a la zona y 15.000 personas marcharon frente a la Casa de Gobierno. El entendimiento fue prorrogado y en julio de 2013 el contrato se rescindió al no lograr consenso social.
Midais
La compañía salteña, sin experiencia en el rubro, firmó un acuerdo para explotar oro en Angulos, al lado del río Blanco. En abril los asambleístas retomaron las protestas, que no se diluyeron ante las afirmaciones del Gobierno de que la empresa iba a utilizar un método de "minería aurífera en río seco", sin químicos, ni uso del agua, ni explosivos. El martes se oficializó el desmantelamiento de la iniciativa para preservar la "paz social".
La compañía salteña, sin experiencia en el rubro, firmó un acuerdo para explotar oro en Angulos, al lado del río Blanco. En abril los asambleístas retomaron las protestas, que no se diluyeron ante las afirmaciones del Gobierno de que la empresa iba a utilizar un método de "minería aurífera en río seco", sin químicos, ni uso del agua, ni explosivos. El martes se oficializó el desmantelamiento de la iniciativa para preservar la "paz social".
Fuente: La Nación
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