La escasez de alimentos global se reducirá tres veces más como resultado del cambio climático, por lo que la comunidad internacional
necesitará estar preparada para responder al impacto de precios con el
fin de prevenir disturbios civiles, ha informado este viernes una fuerza conjunta de Estados Unidos y Reino Unido.
La escasa producción de alimentos, el despunte de los precios y la
volatilidad del mercado, lejos de mejorar, probablemente vuelvan a darse
en 30 años en torno a 2014, ha asegurado el Grupo de Trabajo sobre
el clima Extremo y Seguridad Alimentaria.
La población mundial aumentará desde los 7.300 millones que
viven hoy en el planeta hasta los 9.000 millones en 2050, con lo que la
producción de alimentos necesitará incrementarse más de un 60 por ciento.
Sin embargo, este propósito podría verse frustrado debido a las
perturbaciones del mercado vinculadas al clima, lo que podría desembocar
en disturbios civiles, ha explicado el grupo de trabajo.
"El clima está cambiando y se están registrando temperaturas extremas
todo el tiempo", ha apuntado en un informe el representante especial
del ministro para el Cambio climático de Reino Unido, David King.
"Está aumentando el riesgo de que se produzca un incidente, y podría
alcanzar una escala y una extensión sin precedentes", ha afirmado King.
La globalización y las nuevas tecnologías han hecho que el sistema
alimentario mundial sea más eficiente pero también menos resistente a
los riesgos, ha señalado.
Entre los mayores peligros se encuentra el rápido aumento de
los precios del petróleo que aumentará el de los alimentos, la reducción
de capacidad de exportación de Brasil, de Estados Unidos o de la región del Mar Negro debido a la debilidad de las infraestructuras,
y la posible depreciación del dólar haciendo que despunten los precios
de las materias primas que están valoradas en esta moneda, ha comentado
la organización.
Según los expertos, la producción mundial de alimentos probablemente
reciba un gran impacto de las inclemencias extremas del tiempo en el
norte y sur de América y en Asia, la cual produce la mayoría de los
cuatro cultivos más importantes del mundo --maíz, soja, trigo y arroz.
Los países más pobres, los más afectados
Pero tal sacudida en los precios probablemente afectará de
manera más grave a algunos de los países más pobres del mundo como a los
del África subsahariana, que dependen de la importación, advierte el informe.
"En un contexto de política frágil donde la gestión de la seguridad
alimentaria (ya) es alta, los disturbios podrían volverse violentos o
convertirse en conflictos", ha alertado el grupo de trabajo.
"Preocupa especialmente Oriente Próximo y la región del norte de
África, dada su exposición a la volatilidad de los precios
internacionales y el riesgo de inestabilidad, su vulnerabilidad para
importar cuando se produce un trastorno y su potencial para interrumpir
las exportaciones de energía", ha explicado.
Para aliviar el miedo de que se agrave la escasez alimenticia, el
informe pide a los países que no impongan restricciones a las
exportaciones en caso de mal tiempo, como hizo Rusia a raíz de una mala cosecha en 2010.
Los investigadores han advertido de que la agricultura necesita un cambio para responder al calentamiento global debido a que la demanda internacional crece más rápido que la producción agrícola, la cual se ve cada vez más dificultada por el cambio climático.
"Es necesario incrementar la productividad, la sostenibilidad y la
resistencia para (enfrentarnos) al cambio climático. Esto requerirá una
importante inversión tanto del sector público como privado, además de
nuevas colaboraciones intersectoriales", ha concluido.
Fuente: http://www.iagua.es
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