Laguna "El Perol" |
Edgardo
Cruzado Silverii
Definir el valor del agua
es una tarea, por decir lo menos, complicada, pero no imposible. Los
economistas, desde nuestra especialidad, nos hemos agenciado un conjunto de
herramientas que nos permiten asumir la tarea de establecer el valor de los
bienes; siendo conscientes que se trata de aproximaciones, simplificaciones de
la realidad y no verdades absolutas.
Un primer criterio para establecer el valor del agua tendrá que
ver con su nivel de escasez. Usted estará dispuesto a pagar más por una botella
de agua en el verano, cuando hace mucho calor, que una noche húmeda de invierno
en Lima. Así mismo, los peruanos estamos dispuestas a
pagar más por el agua en los desiertos de la costa, que lo que están dispuestos
a pagar los ciudadanos de Davos (Suiza), donde tienen varios
centímetros de nieve en las calles.
Un segundo elemento, complementario al de escasez, tiene que ver
con la calidad. No es lo mismo el agua en botella, por seguir con el mismo
ejemplo, que el agua del cilindro que venden las cisternas en las zonas
marginales de Lima. Un vaso de agua segura,
con menores niveles de contaminación y en condiciones de consumirse
directamente, vale más que un vaso de agua que puede generar problemas
estomacales en los niños.
Escasez y calidad, son dos elementos necesario, pero no
suficientes para valorar el agua. Su carácter de “recurso natural renovable”
exige un tratamiento especial, que asegure la sostenibilidad en el tiempo. A diferencia
del oro que se extrae y sale del ambiente natural para siempre, la cabecera de
cuenca es fuente de agua hoy pero será fuente de agua, y por tanto de valor, en
el futuro. Cambiar las condiciones de la cabecera de cuenta, donde se forma el
agua, impacta en la disponibilidad de agua en este momento y puede afectar la
cantidad y calidad del agua para los siguientes años, el agua de nuestros hijos
y nietos.
Los Cajamarquinos que salen mañana 1 de febrero, encabezando la
Marcha Nacional por el Derecho al Agua y la Vida, están preocupados por el
valor del agua, no solo por el valor de una masa de agua frente al oro de
Conga, sino, y sobre todo, por asegurar la sostenibilidad del agua, que esté
disponible mañana, el próximos año y que las generaciones futuras reciban, al
menos, la misma cantidad y calidad que tenemos hoy. El agua representa para los
pueblos rurales el principal insumo para su sostenibilidad económica y social,
el agua es vida, tienen todo el derecho de protegerlo y el Estado tiene la obligación
de defenderlos.
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