Rechaza al proyecto Conga.

¡ IMPONER EL PROYECTO MINERO CONGA SIGNIFICA ENTREGUISMO, SAQUEO, CORRUPCIÓN Y ATENTADO CONTRA NUESTRA SOBERANÍA !. ¡ EL PUEBLO DIGNO EN LAS CALLES OTRA VEZ, LA LUCHA ES EL CAMINO EN DEFENSA DE LA VIDA Y EL MEDIO AMBIENTE!

martes, 31 de enero de 2012

La definición del proyecto Conga está clara.


(Por el éxito de la Marcha Nacional por el Agua del 01-10 de febrero 2012)
José Ramos Bosmediano

Sobre la defensa de la inviabilidad del Proyecto Conga hay tres tipos de argumentación: el que se basa en el valor intrínseco de una cabecera de cuenca por su importancia para la preservación del agua y del medio ambiente, derivando, al mismo tiempo, en la permanencia de las micro cuencas y vertientes de agua hacia las cuencas que van al Pacifico y a la Amazonía peruana, argumentación que es comprendida por toda persona con básicos conocimientos de la geografía física, orográfica e hidrográfica; el que viene de la práctica social, de la vida misma de los campesinos y sus actividades económicas sustentadas (desde los tiempos más remotos) en la presencia permanente de la humedad del suelo, el agua de las vertientes, la lluvia estacional y de los lagos, más la temperatura ambiente que se mantiene por la presencia de los elementos mencionados desde una altura superior a los 3 mil metros sobre el nivel del mar; y el argumento especializado de quienes, por su profesión y la seriedad que se espera de sus análisis, son requeridos para evacuar un estudio del impacto ambiental de determinada actividad (minera en este caso) en el espacio geográfico de las cabeceras de cuenca y otros ecosistemas vulnerables. 



Ambas argumentaciones vienen siendo difundidas desde antes del estallido del conflicto y de las manifestaciones del pueblo de Cajamarca, frente a la arrogancia “doctoral” de los que se prestaron para la realización y aprobación de un denominado Estudio de Impacto Ambiental (EIA) promovido y pagado por la Newmont-Yanacocha, defendida hoy, increíblemente, por el gobierno del Presidente Ollanta Humala con una comparsa de algunos alcaldes y otras autoridades de Cajamarca, por la gran prensa capitalina y por un conjunto de “analistas políticos”  que defienden el programa neoliberal.  Increíblemente, decimos, porque el hoy Presidente presentó su discurso programático en Cajamarca con una posición contraria al Proyecto Conga de la minera cuyos intereses hoy defiende ya no solamente con la prepotencia fujimorista de su Primer Ministro Óscar Valdés Dancuart, sino con la ignorancia política más grande que la pirámides egipcias hasta decir que el moderado Presidente de la Región Cajamarca, Gregorio Santos, “es un polpotiano”.

La defensa de lo indefendible

Lo que dice la Newmont-Yanacocha no merece discusión, dice el gobierno, pues basta “despejar las dudas” que siguen teniendo los pueblos de Cajamarca sobre “las bondades” del proyecto minero rechazado por los más amplios sectores de la población organizada en el Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca (FDAC), sus bases y el propio Gobierno Regional. 

Pretender “despejar dudas” sobre las pretendidas bondades de ese proyecto, uno de muchos otros que vendrán en la misma cabecera de cuenca, es defender lo indefendible y considerar que los que hoy luchan contra él no son sino cortos de entendimiento, “ignorantes”, como en 2008-2009 dijera el entonces megalómano Presidente Alan García Pérez cuando los amazónicos, con su población indígena en particular, nos opusimos a sus decretos que ponían en bandeja de plata, para los grades inversionistas,   las  tierras de esa gran región de aguas dulces, extensos bosques, tierras firmes y de vaciantes (“barriales”) y una portentosa biodiversidad.  Las matanzas de Bagua del 5 de junio del 2009 demostraron que don Alan García prefirió el enfrentamiento contra el pueblo para defender intereses subalternos. 

El análisis que hiciera el Ministerio del Ambiente (MINAM) bajo la conducción del entonces Ministro Giesecke, en realidad, no se oponía tajantemente al Proyecto Conga.  Simplemente ponía en tela de juicio el EIA elaborado bajo la tutela de la minera, siendo necesaria una revisión de su estructura y conclusiones.  Nada más y fue echado del cargo para ser sustituido por al actual, Pulgar Vidal, inequívocamente favorable a llevar adelante el proyecto, previo un “peritaje internacional” que blanqueara el EIA de la minera, pues no otra cosa significa que el tal peritaje “despejaría las dudas” de los cajamarquinos, como señala el objetivo principal de dicho evento.

Dos posiciones, dos intereses frente a la cabecera de cuenca Conga

Aunque Giesecke, en reciente entrevista, dice que se puede explotar los yacimientos de oro y cobre que encierra el Conga sin afectar irreversiblemente el medio ambiente y las fuentes naturales de agua, en cuyo caso existen tecnologías que obligan a gastar más a la minera Newmont-Yanacocha,  su  propuesta, sin embargo, siendo favorable al Proyecto, tampoco es tenido en cuenta por los grandes intereses de los inversionistas, ni por las políticas de inversiones mineras del actual gobierno. 

Ha quedado demostrado que el “diálogo” propuesto por el gobierno no admite otra salida que el criollo “sí o sí” a la explotación de la referida cabecera de cuenca, declaración expresa del Presidente Ollanta Humala Tasso, más convencido hoy del cumplimiento irrestricto de los contratos y las concesiones que vienen del fujimorismo y de los gobiernos que le sucedieron en los 10 primeros años del siglo que vivimos, luego de su “triunfal” asistencia a dos foros en Europa,  donde ofreció el Perú a quienes buscan mejores mercados de inversión para aumentar más sus ganancias en circunstancias adversas en los países centrales del capitalismo en crisis.  

La posición del gobierno coincide con los intereses de la  Newmont-Yanacocha y de la gran burguesía peruana enfeudada a los interese imperialistas.  Es una posición irreductible, inflexible, a  tal punto que ni la propuesta del ex Ministro Giesecke es tenida en cuenta por lo menos para discutirla.  Acusan a otros de “inflexibles” sin tener en cuenta su propia inflexibilidad.  

Por el lado del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca y de todas las organizaciones que vienen luchando desde hace muchos meses para defender el Conga, el agua y la vida, la única salida es la preservación del Conga por ser un ecosistema decabecera de cuenca sumamente frágil frente a cualquier alteración artificial de su ciclo de existencia, que no se garantiza con mitigaciones que ofrecen, como se sabe, sustituir las fuentes naturales de agua por reservorios de  concreto armado, como si se tratara de un riachuelo del que se puede prescindir por su escaso impacto en una cuenca.

¿No es un absurdo, acaso, que los defensores del Proyecto Conga vengan diciendo que sin su explotación perderemos el futuro de nuestro desarrollo?  El absurdo ha sido siempre el argumento de los capitalistas y sus defensores desde el poder del Estado para traernos “grandes inversiones” y mantenernos como país pobre, profundamente desigual y subordinado a sus intereses.  

Esta verdad está en el fondo de la reacción de la población peruana frente a los actuales inversionistas protegidos por normas elaboradas por sus propios consultores y altos funcionarios del Estado peruano que luego pasan a formar parte de los grupos ejecutivos de las transnacionales.

Planteado así el conflicto, toda maniobra tendiente a ablandar a la población cajamarquina con el financiamiento de “obras” por la Newmont-Yanacocha o por los “proyectos de desarrollo” del gobierno central al margen del Gobierno Regional de Cajamarca, no pasan de ser un señuelo para obtener la denominada “licencia social” a favor de la minera, y justificar, si viene al caso, cualquier  intervención punitiva y violenta contra los dirigentes y el pueblo, también contra las autoridades regionales y locales (municipales).  Por de pronto, ya hay heridos, enjuiciados y denunciados.  Con el fujifascista Valdés Dancuart en la cabeza del Consejo de Ministros otro “baguazo” podría ser posible.


Deslindar responsabilidades

En la presente lucha del pueblo de Cajamarca, como los propios defensores de la minera vienen afirmando, se definirá el futuro de las inversiones mineras en el Perú y, consiguientemente, de la defensa de los intereses medioambientales y la dignidad del pueblo peruano.  La contradicción no desaparecerá, pues la lucha del pueblo no puede ser apagada por nadie. 

Si  desde el poder del Estado el actual gobierno impone su “si o sí” al Proyecto Conga, todas las consecuencias, inmediatas y futuras  serán de su exclusiva responsabilidad.

El pueblo que lucha, a través de sus organizaciones, no puede menos que definir su posición adoptada, sea cual fuere el resultado final.  

Lo que haga el gobierno para favorecer a la transnacional, de ser adversa a los intereses nacionales y del pueblo, no invalidará la entereza de los que hoy defienden el agua y la vida en Cajamarca.

Lima, enero 31 del 2012

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