Javier Soto
Las lagunas son elementos vitales
de la naturaleza que son imposibles de ser reemplazadas con reservorios de
cemento construidos por los hombres. La destrucción de lagunas perjudica el
equilibrio ecológico y solo sirve a intereses económicos de empresas
extranjeras sin compromisos con el país y las regiones, afirmaron ayer a LA
PRIMERA, congresistas y defensores del medio ambiente.
El fundador de la ONG
ambientalista Grupo de Formación e Intervención para el Desarrollo Sostenible
(GRUFIDES), Marco Arana, advirtió que la afectación, por el proyecto minero
Conga, de las cuatro lagunas (Mala, Chailhuagón, Azul y Perol), y de cien
hectáreas de humedales, impactará el equilibrio hidrológico de tres provincias:
Cajamarca, Celendín y Hualgayoc.
Arana advirtió que el pretendido
“cambio de ubicación” de las cuatro lagunas por reservorios, afectará
directamente a las cuencas fluviales que se alimentan de estas nacientes de
agua como, por ejemplo, el río Jadibamba.
“La destrucción de las (cuatro)
lagunas (por el Proyecto Conga) plantea problemas no solo con su contenido
acuífero, sino con la función hidrológica que éstas cumplen en la formación de
las aguas de las cuencas media y baja”, especificó.
Alertó que estas fuentes
acuíferas no son más que el inicio de una cadena de lagunas que correrán la
misma suerte, en la medida que la cuestionada actividad extractiva se expanda.
“(El proyecto Conga) se va a
guiar por las reservas probadas que tienen del mineral. Y en el negocio minero,
una vez que se empieza por estas reservas probadas, se continúa con las áreas
que aseguren la continuidad de la operación, como parte de un proceso de
expansión geográfica y física de la actividad minera”, detalló.
Asimismo, Arana señaló que la
eliminación progresiva de los recursos hídricos causará “un riesgo alto” para
las actividades agrícolas y ganaderas de la región, las cuales han sido tradicionalmente
el principal potencial productivo de Cajamarca.
“Por ejemplo, el Proyecto Conga
ya ha atentado contra varios canales de riego, ubicados en su zona de
influencia, y que han sufrido mermas de sus fuentes de agua o han desaparecido
(como son los casos de los canales Quilish o La Ramada) o han degradado su
calidad acuífera (como el canal Los hermanos Cueva)”, explicó.
Sobrevivencia andina.
A su turno, la vicepresidenta de
la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología
del Congreso, Claudia Coari, fue enfática en señalar que la protección del
ecosistema acuífero, vital para la sobrevivencia de las poblaciones andinas, no
puede ser sacrificada a favor de una actividad extractiva, por más divisas e
inversión que ésta genere.
“Estamos viendo la manera de
coordinar con las comunidades campesinas afectadas, a fin de determinar los
niveles de afectación causados por la actividad minera formal e informal a los
ríos y lagunas. Dichas comunidades tienen la prioridad sobre sus recursos
naturales y la preservación de éstos”, apuntó.
Indicó que la Comisión
legislativa que integra respalda la defensa de los recursos acuíferos hecha por
las comunidades andinas frente a la depredación causada por la actividad
minera.
Tras indicar que la inversión de
la actividad minera formal debe ser plenamente compatible con los parámetros
mínimos de la preservación medioambiental, recordó que los conflictos por las
fuentes de agua no solo son exclusividad de Cajamarca, sino que se extienden a
todas las áreas andinas en los que opera la minería.
Despropósito.
Por su parte, el congresista de
Alianza Parlamentaria, Mesías Guevara Amasifuén, indicó que la pretensión de la
minera Yanacocha en trasvasar y cambiar las lagunas por reservorios, traería un
desequilibrio ecológico irreversible.
“Es un despropósito querer
cambiar lagunas por reservorios, porque las lagunas son las cabeceras de
cuencas; y de allí nacen las cuencas del Llauncano, del Sendamal y del río
Chota. Se atentaría contra el futuro suministro de agua para los agricultores
de Hualgayoc, Celendín y Cajamarca”, subrayó.
Guevara demandó a la minera
Yanacocha respetar la integridad de las lagunas Perol, Cortada o Mala, Azul y
Chailhuagón y anteponer los intereses económicos, “porque zonas agrícolas se
convertirían en desiertos”.
“Se hizo un Estudio de Impacto
Ambiental sin la firma de su director, además de ser interesadamente acelerado
por el gobierno anterior. No se está en contra de ningún grupo minero, sino que
no está sustentado el proyecto”, anotó.
Igualmente, agregó que el
proyecto minero Conga no es viable porque viola el artículo 75 de la Ley de
Recursos Hídricos, el cuál dice que “en las cabeceras de cuencas no tienen que
hacerse actividades mineras porque son zonas declaradas vulnerables”.
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