Rechaza al proyecto Conga.

¡ IMPONER EL PROYECTO MINERO CONGA SIGNIFICA ENTREGUISMO, SAQUEO, CORRUPCIÓN Y ATENTADO CONTRA NUESTRA SOBERANÍA !. ¡ EL PUEBLO DIGNO EN LAS CALLES OTRA VEZ, LA LUCHA ES EL CAMINO EN DEFENSA DE LA VIDA Y EL MEDIO AMBIENTE!

domingo, 13 de noviembre de 2011

Perú hoy: Cajamarca y el Frente de Defensa Ambiental (FDAC).


José Ramos Bosmediano.

El día 9 de noviembre será recordado como un día de unidad de los pueblos de Cajamarca, región recordada históricamente por ser el primer momento de  la violenta invasión al Perú por  las huestes de Pizarro en nombre de la Cruz, del Rey y de la “misión civilizadora” de la conquista española en América Latina. 

A más de 500 años de ese hecho, los pueblos de Cajamarca, como muchos otros del país que enfrentan la nueva invasión del saqueo consentido por los gobernantes peruanos, se han unido para realizar un PARO de 24 horas, compacto, consciente, preparado desde muchos  meses atrás.  Los que gobiernan nuestro país, como siempre, han pedido que el paro sea “pacífico”, es decir, que no haya enfrentamientos con la policía, como si fuesen los que luchan quienes propiciaran los enfrentamientos. 

Un Presidente que no recuerda su discurso en Cajamarca
Un día anterior, el Presidente Ollanta Humala convocó al Presidente Regional de Cajamarca, el profesor Gregorio Santos, para tratar el asunto.  Está claro que el gobierno no está dispuesto a ceder en nada que “afecte” los 4800 millones de soles de inversión de la transnacional Newmont (USA) en el nuevo proyecto Conga, nueva explotación de oro mediante la desaparición de las lagunas y vertientes de agua, amén de la desaparición de las aguas de cabecera de cuenca de dicho cerro, casi de las mismas características del cerro Quilish, en la misma Región y que viene también siendo defendida por la población. 


Nadie puede olvidar que el candidato Ollanta Humala, cuando estuvo de campaña electoral en esa región, una de las partes más aplaudidas de su discurso fue el ofrecimiento de no permitir que las mineras destruyan las aguas y envenenen el medio ambiente. Presionado ahora por los poderosos mineros y por periodistas de opinión comprometidos con los grandes capitalistas que son los que pagan los avisajes en los programas de TV, radio y diarios escritos; ilusionado  también por los “grandes beneficios” que trae la minería, ha optado, hasta hoy, por permitir la  invasión del subsuelo para la extracción de toda la plata y el oro atrapado en las profundidades de nuestro territorio.  Si hubiese resuelto la suspensión definitiva del proyecto Conga, también el Paro no ocurría; pero este se produjo con mucho éxito de acatamiento. 

Los diarios de Lima, en los últimos días, dieron cobertura desmedida a los barones de la mina agrupados en la lacaya Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (SNMPE) que, con toda desfachatez, afirma que quienes  luchan para que la minería no se convierta en la depredadora de la vida de la población peruana asentada en los lugares con riqueza minera en el subsuelo, son “ignorantes”, “desinformados”, “antimineros” y “enemigos del desarrollo del país”.  

El FDAC y la unidad del pueblo
El Paro Regional  del 9, para quienes seguimos de cerca los acontecimientos nacionales, hubiese sido impensable si es que no hubiese sido preparado adecuadamente, teniendo en cuenta la millonaria campaña de la minera Newmotn – Yanacocha para desprestigiar al movimiento de defensa del agua y la vida en  Cajamarca, como denomina esa población a su férrea defensa de las cabeceras de cuenca que abastecen de agua para el consumo humano y para que se mantenga el ecosistema para la agricultura, la ganadería y el propio clima cordillerano.

La preparación de esa lucha no fue de días, sino de meses y desde el año 2010 en que se organizó el Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca bajo el liderazgo del ciudadano Wilfredo Saavedra Marreros.  Este abogado, con una sensibilidad social pocas veces vista hoy entre los hombres de esa profesión, ha venido luchando desde hace muchos años para organizar los frentes de defensa en las provincias de Cajamarca frente a las funestas administraciones regionales que han venido defraudando a su pueblo. 

Teniendo en cuenta que en Cajamarca el problema central en todos estos años del siglo XXI es la presencia de la minera Yanacocha que saquea recursos y destruye el medio ambiente, la población decidió organizarse para impedir que avance la depredación de la región. Fundaron el FDAC con un lema que expresa los sentimientos de la población, sus explicables y justificables temores frente al futuro que les espera si se quedan quietos, como quisieran los dueños de la minería y sus defensores bien pagados en los medios de comunicación. ¡Defender el agua es defender la vida!, dice el rotundo lema del FDAC.

El trabajo del FDAC ha sido persistente, no solamente realizando eventos de esclarecimiento, sino de organización.  Un Paro no ocurre porque a alguien se le ocurre convocar.  Es el punto de llegada de un trabajo previo de forja de conciencia sobre aquello que se defiende, por lo que se cree que es justo.  Un mes antes del Paro del 9, hubo sectores urbanos que se mostraban indiferentes y hasta propiciaron una división en el pueblo fundando un nuevo Frente.  Pero la tendencia era hacia convertir el sentimiento de la población en un acto concreto de lucha, y el Paro fue acatado con todo el entusiasmo de una población cansada de sufrir la presencia prepotente de la minera Newmont- Yanacoha, que, mediando un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) aprobado por un ex funcionario del Estado hoy al servicio de la minera, empezó su trabajo de depredación en el cerro Conga.

Los “antimineros” no existen
Una cosa es exigir que haya un ordenamiento jurídico, territorial y de condiciones para ejecutar proyectos de extracción de minerales sin afectar el medio ambiente ni reducir las posibilidades para la agricultura, la ganadería y otras actividades que sirven para garantizar la vida de la población asentada en las regiones y zonas del país, otra es permitir que la extracción minera se realicen en donde quieran y como quieran las empresas, sin importar el  futuro de la población afectada. 

La primera actitud es racional, justa, adecuada a los intereses de la población y del país.  Mientras que la segunda es la irracional actitud de los adoradores del libre mercado y de los saqueadores de nuestros recursos naturales.  

La palabreja de “antimineros” es, pues, un uso abusivo, torpe y sucio del lenguaje para defender lo indefendible, como lo hace casi todos los domingos un conocido ex izquierdista de los años 70, de apellido Rospigliosi, desde el diario La República de Lima.  Keikista – fujimoirista empedernido, ha sido el que más ha escrito insultos contra los dirigentes de Cajamarca y de las demás regiones del país que se enfrentan a las políticas entreguistas que impuso la dictadura corrupta de Fujimori y Montesinos hace 20 años.  Quien lo lee, nota claramente que su intención es crear el miedo frente a la “huida” de las inversiones extranjeras, como lo han anunciado en el caso de Bolivia y de Venezuela, sin que ello ocurra hasta hoy. 

Y un asunto que merece un análisis especial es la actitud de los trabajadores mineros de Yanacocha.  Ausente en ellos una formación sindical, sin conciencia de clase, miran solamente el salario miserable que les pagan las mineras, sin derechos sociales ni garantías para seguir viviendo cuando la minera se retire.  No está lejos la actitud de apoyo de los trabajadores mineros de la Oroya a una minera que viene engañando al Estado peruano, dirigida desde su país de origen, Estados Unidos.  Pero esta es la situación de nuestro proletariado minero, sumido en el estrecho marco del economicismo, como también ocurre con la mayoría de los demás sectores asalariados.  Que los trabajadores de Yanacocha se enfrenten a la población de Cajamarca que lucha por su derecho a la vida, es parte de la estrategia de los grandes mineros y sus asesores de imagen y de seguridad, lamentablemente peruanos. 

Iquitos, noviembre 10 del 2011

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