En el período electoral, durante la segunda fase, los
cajamarquinos conscientes del riesgo de que la derecha asuma el gobierno con
Fujimori a la cabeza, salimos al frente, damos la cara y defendimos la
propuesta nacionalista de democracia, atención a los pobres, defensa del medio
ambiente, el cuidado de las aguas, nuestros bosques y parajes andinos, además
de educación de calidad, salud, mayor bienestar para los humildes y postergados
del Perú.
Conscientes, también, de que Ollanta y su partido eran
débiles y estaban seriamente amenazados por el vendaval de la derecha.
Conscientes, también, de lo que hoy pretende hacer con nuestras aguas, nuestros
valles y parajes andinos era una posibilidad y que si ganaba Fujimori, nuestra
suerte de cuidar nuestros andes se había perdido.
No pasó mucho tiempo para que los que no ganaron las elecciones,
se apropien del poder real, para obligar a cambiar al presidente. Recordemos
claramente que en Cajamarca y en las plazas de las provincias de Cajamarca el
Candidato Ollanta decía: el Agua o el Oro, conversaba con el pueblo, el pueblo
le contestaba el agua, entonces decía que no habrá minería donde hay riesgo de
afectar el agua. Hoy cambia su discurso, pretende hacernos los serranitos y
decirnos que es posible sacar el oro de donde ya hay agua.
Se alinea a la propuesta de la Minería que pretende
reemplazar las lagunas por reservorios, los ríos y canales por tubos de
plástico, el agua natural que discurre por obra del divino por agua extraída
por bombeo desde el interior de la tierra. Así está hoy Cajamarca, Combayo y
todos los alrededores de la explotación minera.
Claro, ya no será esta generación de campesinos que hoy, de
la noche a la mañana, se vuelven millonarios con el dinero que regala la
Minera, pero serán los ciudadanos andinos que en las futuras generaciones
tengan necesidad del agua, la tierra, la lluvia, el río y el bosque que hoy
tenemos y que tenemos el deber intergeneracional de entregar a las futuras
generaciones una tierra vivible lo más dignamente posible. Ellos tendrán que
pagar los daños ambientales que hoy la minería pretende hacer, bajo el supuesto
de que con el oro de hoy se está desarrollando económicamente, como nunca, el
Perú.
Este tema lo podemos debatir científicamente, no
emocionalmente, la gravedad de los pasivos ambientales, si es económicamente
viable una actividad minera, no acaba con su periodo de ejecución y cierre, su
debate tiene signos inequívocos de sustentabilidad estratégica en el marco del
equilibrio ecológico y ambiental.
Defender cabeceras de cuenca, fuentes de agua, manantiales y
bofedales, colchones hídricos y zonas geográficas donde se "juntan"
las nubes en ciertos períodos anuales, para dar vida a la tierra en su más
amplia magnitud, tiene que ser seriamente asumido para defender lo que tenemos
y evitar que un supuesto estudio técnico reduzca el ande con toda su
complejidad natural, sea reemplazado por cierto tiempo con supuesta "más
agua" en reservorios artificiales. Este argumento resulta falaz,
insostenible, ecológicamente inviable y económicamente imposible de sostener
desde la perspectiva de nuestra población, nuestro ande y nuestra realidad.
El otro aspecto importante de debate es la sostenibilidad
social. un proyecto de explotación minera, donde el oro está debajo del agua,
es socialmente inviable, pues el agua no es sólo un componente químico vital
para plantas, animales, que nace en manantiales, se llena las lagunas y corre
por los ríos. El agua es la sangre de la tierra, es el fluido que da vida a
toda la vida, que hace que nuestra tierra como planeta tenga la virtud de tener
vida como ningún otro del sistema solar y del mundo. Para el campesino el agua
tiene vida, así como el manantial, el río, la laguna, el cerro, la planta, el
hombre el agua y la naturaleza conviven, conversan se nutren mutuamente, si el
hombre afecta al cerro o al agua, estos seres naturales afectan al hombre
sensiblemente. En el campo y en el ande está la raíz de la convivencia hombre
naturaleza, su modo de pensar, actuar, vivir y seguir ofreciendo al mundo
nuestro valor cultural como sociedad andina que podemos brindar posibilidad de
combatir los efectos negativos del calentamiento global, se encuentran en la
manera en que se relaciona el hombre andino con la naturaleza y en particular
con el agua. La laguna no es solamente un poco de agua empozada, la laguna
tiene vida, da vida, es fuente de vida, es Dios y es Demonio, tiene poder, es
parte de su vida, el hombre es parte de la naturaleza. Esto no lo comprende la tecnología, no lo
quiere comprender, no lo desea comprender, pues choca con la cosmovisión
andina, con la cultura, las creencias y costumbres, tradiciones. Por qué no
hacemos un recojo científico del valor cultural del agua, del significado
cultural de las lagunas, los ríos, manantiales, bofedales, de los cerros que
van a destrozar, y veremos cuanta cultura se quieren eliminar los mineros. y
todo ese valor cultural lo comparamos con la minucia de pago que nos van a dar.
¿Acaso todo el valor cultural que existe alrededor de esta zona andina la van a
reconocer con pago del oro que lo quieren llevar enterito fuera del Perú?.
Por qué no hacemos investigación científica seria, antes de
iniciar a tumbar el primer cerro, queremos un estudio de sus animales y
plantas, además del agua, sus nubes y sus vientos, para estudiar
científicamente los riesgos de sus nichos ecológicos los riesgos de perder
plantas y animales, de toda especie. Pues si está en riesgo de perder algún espécimen
endémico del lugar, simplemente la conclusión es: LA MINA NO VA.
Señores, demostremos que toda actividad minera en cabeceras
de cuenca, zonas andinas, donde nacen los ríos, se detienen las nubes, donde
son colchones acuíferos y dan origen a manantiales, bofedales y ríos a los
largo de las cuencas es infinitamente inviable:
1. Inviable económicamente, cada gota de agua cuesta más que
cada gota de oro; porque, la gota de agua se renueva cada ciclo del agua y
tenemos millones de millones de ciclos del agua, mientras que el oro es por
única vez. Explotar esa zona geográfica implica afectar el ciclo del agua para
siempre.
2. Inviable socialmente: pues se afecta la cultura, los
valores, la cosmovisión, usos costumbres, derechos consuetudinarios, el Perú a
partir de su cultura andina, de su cultura del agua aporta significativamente
al cuidado del planeta frente al calentamiento global, la contaminación
ambiental y la recuperación del equilibrio ecológico del planeta. No hablemos
de los problemas ambientales en la sociedad actual del campo o de la ciudad,
que Cajamarca ya tiene buena experiencia al respecto.
3. Inviable ecológicamente: la alteración de los cursos de agua,
derribo de cerros, cambio del paisaje andino, pérdida de cubierta vegetal,
pérdida de plantas, animales, altera sensiblemente los nichos de vida de
animales, plantas, cambia el clima, el curso de aguas, vientos, altera el
equilibrio ambiental naturalmente elaborado por millones de años desde el
nacimiento de la cordillera andina. Se abre una herida muy sensible en la
tierra, tiene efecto mariposa y puede generar conflictos ambientales muy lejos
de donde se generó el problema.
Por ello, frente a este panorama adverso para Cajamarca
merece volvernos a unir para que el presidente Ollanta comprenda que debe
cumplir con su palabra, que lo ayudaremos a demostrar el daño profundo que hace
la minería a la naturaleza, a nuestra cultura, a nuestra sociedad, a la madre
tierra en general. Que lo que hoy pagan por el oro que se roban es una minucia
frente a las desastrosas consecuencias del presente y el futuro.
Si esto no ocurre, considero que debemos salir al frente y
decirle que definitivamente se aprovechó de nuestro voto, que nos ha
traicionado y que nuestro camino es defender nuestras aguas, nuestros cerros,
nuestros andes, nuestras plantas y animales, nuestra cultura andina, nuestra
sociedad andina. Que se quede el oro donde está porque sacarlo es imposible sin
afectar todo nuestro ecosistema.
Atte
Jorge Tejada C.
Docente Universidad Nacional de Cajamarca.
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