Rechaza al proyecto Conga.

¡ IMPONER EL PROYECTO MINERO CONGA SIGNIFICA ENTREGUISMO, SAQUEO, CORRUPCIÓN Y ATENTADO CONTRA NUESTRA SOBERANÍA !. ¡ EL PUEBLO DIGNO EN LAS CALLES OTRA VEZ, LA LUCHA ES EL CAMINO EN DEFENSA DE LA VIDA Y EL MEDIO AMBIENTE!

jueves, 17 de noviembre de 2011

Estilo Humala: "Conga contra la gran transformación social".


Roger Antonio Muro Guardian.

Al cumplir el régimen de Ollanta Humala sus primeros 100 al frente del manejo del Estado, manifestamos mas o menos lo siguiente:

“…La hegemonía del neoliberalismo está llegando su fin, y la historia se abre a nuevos cauces de esperanza: estamos frente a una dimensión mayor y extrema de la crisis de las ideas dominantes. Cuya contradicción se expresa:hegemonía de los mercados versus soberanía de los pueblos…” “…Y que frente a la crisis del sistema mundo capitalista, los pueblos constituyen la alternativa histórica a esta civilización neoliberal…”

En este contexto, la situación mundial marca el comienzo del fin del sistema mundo capitalista, cuyos signos comenzaron el 2000 con el alumbramiento de la Revolución Bolivariana en Venezuela, la irrupción de los pueblos indígenas en  la República Plurinacional de Bolivia, la Revolución Ciudadana en Ecuador, y los gobiernos progresistas en Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, el retorno al Gobierno del Frente Sandinista en Nicaragua, la llegada al Gobierno del Frente Farabundo Martí en El Salvador. Los procesos de la Primavera Democrática de los pueblos árabes en el norte de África; frente a longevas dictaduras.

El Triunfo electoral del Presidente Ollanta Humala en el Perú, desde el punto de vista del sentido del voto ciudadano, se ubicaba en esta corriente de cambios que vive nuestra patria Grande Latina, Caribeña e Indígena.


Perú entre la ruptura y la continuidad.

En el Perú hirviente de hoy, mescolanza del morir y el amanecer, nos encontramos, ante una oportunidad histórica para impulsar y construir desde los pueblos, los trabajadores y los habitantes; la gran transformación social que nuestra patria demanda. El sentido del voto ciudadano y de los pueblos por el cambio, fue clarísimo, derrotando de esta manera a las fuerzas reaccionarias y conservadoras de la derecha política y económica neoliberal.

El nuevo periodo político marcado por las aspiraciones de cambios profundos por parte de millones de peruanos y peruanas, y las pretensiones de la oligarquía nativa de continuismo neoliberal. Manifestamos, entonces también que “Horas de definiciones estratégicas están en pleno curso; en una palabra estamos frente un momento de ruptura; cuya contradicción fundamental es la disputa de la orientación del régimen: desarrollismo extractivista capitalista con inclusión social versus la Soberanía de Los Pueblos y el Buen Vivir…”

Asimismo manifestamos:

“…Por otro lado, el conflicto con la minera Yanacocha en Cajamarca, están colocando al gobierno en una situación de definiciones políticas, o hace respetar los derechos de las comunidades en defensa de la vida y la agricultura o termina defendiendo la gran inversión minera…”

Luego de los anuncios hechos públicos ayer por el Jefe de Estado, sobre la continuidad del proyecto minero CONGA  Yanacocha; ya no deben cavernos dudas respecto de la definición de la orientación del gobierno a favor del gran capital transnacional.

Por lo tanto, a luz del sentido del voto ciudadano por el cambio, debemos juzgar el accionar del régimen de Ollanta Humala, autodenominado “Gobierno de Concertación Nacional”, que para nosotros  en el FRENVIDAS, a diferencia de otros sectores, el régimen de Ollanta Humala; no es un gobierno de izquierda ni mucho menos popular; sino, un gobierno a favor de la continuidad neoliberal, con un ropaje seudo nacionalista moderado.

Veamos el cuadro de situación; el régimen ha inaugurado un estilo de gobierno que ha priorizado buenas relaciones con los representantes del gran capital, cuya táctica es la negociación antes que la imposición de la fuerza, es decir, sin revisar contratos ni nada que espante a los empresarios, buscando el pago de la mayor cantidad posible de impuestos. El gravamen minero es el portaestandarte en esta política; cuyo sustento programático es la hoja de ruta de la segunda vuelta. La manera como se están negociando los casos: de la deuda tributaria y contrato de renovación de Telefónica, el Consorcio del Gas de Camisea; y la definición a favor del proyecto  minero CONGA de Yanacocha; marcan el fin de la luna de miel de las expectativas de la gran transformación prometida  durante la campaña electoral.

Este estilo de gobierno habla a las claras de su opción por la continuidad del crecimiento económico agregándole inclusión social. El dilema que se le ha presentado al gobierno, inmediatamente cumplir los 100 días, se refiere a las enormes expectativas de los pueblos por cambiar el modelo neoliberales, expresadas en estas horas en los conflictos mineros en Cajamarca, Apurímac Ancash, Tacna, Arequipa y otras regiones con problemas con la minería. Situación  que de seguro se va extender con los conflictos socioambientales, latentes en la amazonia peruana. Donde existen 52 megaproyectos de inversión en hidrocarburos, energía, carreteras, hidrobias, etc. Es decir, no creemos que el “estilo Humala” baste para atender las demandas sociales embalsadas por el neoliberalismo durante 20 años (1990-2011) y contra el cual los pueblos se pronunciaron en las urnas. Recordemos que el verdadero voto orgánico por el cambio real, se dio en la primera vuelta, que si bien representa nominalmente el 31% del electorado; sin embargo territorialmente abarca 19 regiones de 26, es decir poco más del 75% del territorio nacional. Correspondiente a la  geografía de los focos de tensión de los conflictos socioambientales existentes en el país.

 La tesis de realizar cambios moderados, recortados y focalizados según los programas sociales del Banco Mundial, no va a permitirle al “estilo Humala”; una adhesión social sólida y de largo plazo. El dilema se acaba de dilucidar.

En realidad los 100 días del “estilo Humala”, se evaporaron en horas del conflicto minero CONGA: que no solo nos dejan un saborcito amargo del programa primigenio de Ollanta Humala; sino que surgen una serie de interrogantes, que giran alrededor de ¿Asamblea Constituyente para nueva constitución? ¿qué pasa con los contratos de estabilidad jurídica? ¿Qué pasará con las concesiones de puertos y empresas estratégicas?. Preguntas que han sido despejadas en dia de ayer en conferencia de prensa por el propio Presidente Olanta Humala, al manifestar que CONGA va, que se respetará el “estado de derecho y los compromisos suscritos con las empresas transnacionales no se tocaran. Es decir cuestiones esenciales para el desmontaje del régimen neoliberal impuesto hace 20 años por la mafia del fujimorato y continuado por Toledo y Garcia. Constituyen temas de la agenda directa que queda en manos de los pueblos y los movimientos sociales.

Todo esto nos demuestra que si queremos derrotar a las fuerzas reaccionarias del gran capital neoliberal y socio el “estilo Humala”, tenemos que cerrar filas en torno al sentido del voto ciudadano por el cambio  especialmente del 31% de la primera vuelta, que representó la contradicción continuismo neoliberal vs cambio social democrático. No hay espacios para posiciones light o neutras, no hay virginidad política que cuidar, el país continua polarizado y debemos actuar en consecuencia. Lo ocurridos en sector Cultura con la destitución  de la señorita Irigoyen de la jefatura del INDEPA y la subsiguiente destitución del Viceministro de Interculturalidad Vicente Otta, muestra a las claras el poder del lobby de PLUSPETROL, y con la CONGA de Yanacocha, están mostrando el enorme poder que sobre el régimen; tienen la CONFIEP y la Sociedad de Minería, Petróleo y Energía. los conflictos con la minería, colocan la contradicción: o hace respetar los derechos de las comunidades en defensa de la vida y la agricultura versus la defensa la gran inversión minera.

Los problemas tácticos a encarar.
Hemos ingresado a un nuevo momento del período político, el cual lo definimos, como un periodo peculiar de transito hacia una situación de transformación social, es decir, estamos ante un momento de ruptura, en el centro está la disputa el modelo de desarrollo del país y sociedad plurinacional que aspiran los pueblos; cuya contradicción fundamental es: desarrollismo extractivista capitalista con inclusión social versus la Soberanía de Los Pueblos y el Buen Vivir. Las tendencias y tensiones han empezado a desenvolverse en un contexto de combinación de diversas formas de lucha: incidencia política, las luchas sociales directas. La orientación táctica a seguir, desde nuestro punto de vista debe girar alrededor de los siguientes ejes: a)acelerar la construcción de los instrumentos fundamentales, para encarar con éxito el desenlace, esto es: Dirección Política Integral, b)referente social, impulsando la articulación y movilización de los pueblos en torno al sentido del voto popular por cambio social; c)abrir el proceso constituyente por nueva constitución.
Las luchas sociales en curso, tienen como mayor significado, proyectarse como una disputa programática, es decir por colocar sobre la mesa temas que para resolverse definitivamente requieren el compromiso del nuevo gobierno de cumplir con la promesa electoral empeñada, y no una adaptación al sistema de poder neoliberal vigente. Ser conscientes que lo que estamos buscando en esta etapa, es  terminar de voltear la correlación de fuerzas que viene en lo esencial desde la década de los 90; y desde esta perspectiva, forjar un escenario político con las masas a la ofensiva y con voluntad de poder.

Asumir, que por las condiciones que se presentan en la actual coyuntura no estamos ante un mero episodio de luchas sociales; caminamos hacia un escenario de disputa por el poder; los factores de subjetivos están en pleno proceso de ebullición; lo que significa que va a ser una etapa bien compleja; para la que debemos prepararnos integralmente; retomando la iniciativa política, colocando el giro del voto ciudadano por el cambio como el eje de la orientación táctica.

Aquí la consigna es, frente al mercado y Estado mas sociedad, es decir necesitamos cambiar el eje de la política pro Estado por una lógica política de soberanía popular; esto es, forjar el poder de los pueblos y los movimientos sociales, una verdadera revolución copernicana. El futuro del Perú se encuentra en manos de los pueblos, los ciudadanos y ciudadanas, trabajadores y habitantes; que tendrán que constituirse en el bloque histórico alternativo, capaz de articular las legítimas aspiraciones de cambio de la sociedad y los anhelos de liberación de los oprimidos, para construir un nuevo orden social Plurinacional e intercultural. 

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